Hace tres veranos Raúl González decía adiós al Real Madrid en un mediodía caluroso de julio. Algo menos de dos mil personas pudieron acudir al Bernabéu para darle el último aplauso después de dieciséis temporadas batiendo todos los récords posibles con la camiseta blanca. No fue la despedida que cualquier madridista hubiera querido, ni tampoco la que el jugador había soñado. Hoy sí es el día para el reencuentro y, con motivo del Trofeo Bernabéu, homenajear al 'Ferrari': el jugador que más veces ha defendido la blanca y que más goles ha marcado.
La grada presentará un llenazo hasta la bandera. La atmósfera del Bernabéu será la de una noche grande. De aquellas de Copa de Europa en las que Raúl emergía con su fiereza. Y el '7' saltará al césped con la camiseta del Al-Sadd, pero su corazón latirá como madridista irreductible. Tanto lo es que en la segunda parte vestirá de blanco irremediablemente, para mayor entusiasmo de una afición entregada en un partido para la historia de la entidad.
Raúl tiene 36 años cumplidos. Debutó en el Madrid con 17, en La Romareda. Entre el debut y el homenaje deja un reguero de títulos, de récords goleadores, de presencias en el Madrid y la Selección. En definitiva, pasión por el fútbol, por el escudo y siempre con una profesionalidad ejemplar cultivando los valores fundamentales del Real Madrid.
Raúl se fue al Schalke para conocer otro fútbol y se ganó el cariño eterno de los alemanes. Después recaló en Qatar, donde su club y el país entero están a sus pies. Por algo será que le aprecia todo el mundo allí por donde pisa. El Madrid, sin embargo, ha estado remolón no incluyendo en el cartel del Trofeo la imagen de Raúl como reconocimiento a su aportación al club. Esta noche se debería enmendar el error y hacer todo lo posible para que el 'Galáctico español' se sienta como en su casa.
El equipo blanco, con Casillas, con Cristiano, con los cracks y los noveles arropará al veterano Raúl, espejo en el que se han de mirar todos los futbolistas que alguna vez defiendan el escudo del Madrid.
